Inundaciones en la Provincia de Arauco; no es solo agua


Fueron 1.500 casas afectadas, solo en Curanilahue, debido a las lluvias y anegamientos, la primera vez; luego otra, y después otra.

Si bien la peor parte, al parecer ya pasó, para los afectados la historia sigue. Secar casas enteras, reponer lo destruido, desinfectar y tratar de volver a la normalidad, son faenas que no acaban en un día.

Más allá de cifras, toda catástrofe tiene rostro humano. ¿Construir al lado de ríos y esteros? ¡Una locura!, pensarán aquellos que no conocen la geografía de esta parte del sur de Chile.

Sin embargo, la verdad la dicta el terreno, y en ese sentido, las familias, al menos en lo que respecta a Curanilahue, deben apiñarse donde pueden para construir sus casas u optar a una vivienda.

¿Por qué sucede eso? Porque en Curanilahue, ya no quedan terrenos aptos disponible para soluciones habitacionales. Ósea, los hay, pero lo cierto es que todo el contorno de esa ciudad, a los pies de la Cordillera de Nahuelbuta, le pertenece a la industria forestal.

Son terrenos privados.


Inundaciones Curanilahue, junio 2024

Origen de los ríos

Otro punto importante, que se confabula con la geografía, es el lugar donde nacen los ríos. Cualquiera que haya visto las notas de prensa en la Tv y medios de comunicación en general, se podrá haber percatado de la pregunta ¿que, si los ríos estaban así en la costa, que sucedía más al interior, en la precordillera?

Evidentemente, los conductores de televisión o periodistas de algunos medios de comunicación (no todos), desconocían que los ríos Pichilo, Lía, Carampangue, Curanilahue, el Estero Plegarias y otros, no nacen en la Cordillera de los Andes. Su origen se encuentra en la Cordillera de Nahuelbuta, es decir, en la Cordillera de la Costa y a no tantos kilómetros del lugar donde se desbordaron.

La Cordillera de la Costa, desde Valparaíso al sur, es uno de los territorios más degradados del país, según varias investigaciones científicas. Degradado, destruido, deforestado, son sinónimos que funcionan juntos para referirse a factores de origen humano que están detrás de la expansión de las plantaciones forestales exóticas, en detrimento de los antiguos bosques nativos. Al menos, ese es uno de los elementos más importantes en este aspecto.

Los ríos que se originan en las cumbres de Nahuelbuta, son fruto de turberas, y ecosistemas nativos, que aún sobreviven. Sin embargo, lo que sucede un poco más abajo es distinto.

Por estos días, mucho barro debe llegar al cauce de los cursos de agua. Ese sedimento no es cualquiera, es el resultado de cerros desnudos, que una y otra vez han sido plantados y cosechados. Una greda oscura y viscosa, quizá ya completamente inerte, es el color y la forma que toma la tierra después de los procesos forestales industriales.

Un material inestable se abre paso a través de quebradas angostas, que inevitablemente después llega a los valles habitados.

Eso es lo que vemos hoy. No solo agua baja de los cerros, también el resultado de laderas desabrigas y despojadas de su antigua cubierta vegetal.