La herencia del vino de Chile
Si vas a la zona de Coelemu, Guarilihue e Itata y quieres tomarte un vino, ni se te ocurra comprar “Misiones de…”, “Concha y…” y otras marcas comunes del mercado. Si te miran feo, es por eso.
Por si no lo sabías, estas tierras contienen las cepas más antiguas, que arribaron junto a los mismísimos conquistadores españoles y misioneros de órdenes religiosas en el siglo XVI y que dieron origen a los primeros viñedos del país.
Por lo mismo, Guarilihue y los alrededores del Río Itata, reciben el apelativo de “cuna del vino” y en la actualidad esos sabores se pueden disfrutar en varias viñas, que destacan por custodiar antiguas recetas familiares.
Ese singular “saber hacer”, se puede oler en cada lomaje y quebrada, que contienen ese conocimiento que ha pasado de generación en generación de verdaderos artesanos de la uva, que se plasman en la actualidad en auténticos “vinos de autor”.
Cepas centenarias, parras que crecen a ras de suelo, enmarcadas en una geografía que combina suaves lomajes e influencia marina, dan origen a vinos con una acidez natural única.
Esas precisas circunstancias atraen a renombrados chef, enólogos, y amantes del vino de Chile y el extranjero, que llegan hasta esta zona con una sola misión; deleitarse con sabores distintos a los de la zona central, expresados en nombres como Cinsalut, Cabernet, Chardonay y otras variedades.
Y como ir a una zona de vinos, sin probar vinos, es como decir, a qué vino, lo más probable es que tu periplo por el secano costero de la Región de Ñuble, culmine en la compra de unas cuantas botellas. Y ante ello, te develamos un dato, que destroza el antiguo mito del “chambreado”; antes de sacar el corcho, asegúrate que estás a temperatura ambiente, esto es a 16 o 17 grados aproximadamente, así de simple, sin tecnicismos.
De esta forma, la cuenca del Itata tiene mucho que hablar de vinos. Y si quieres escuchar esas historias, la invitación está hecha; estás a poco más de una hora desde Concepción e incluso más cerca desde Chillán y la ruta 5 sur.